La Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO apoyó el desarrollo de este proyecto etnográfico, cuya publicación, Prácticas pedagógicas interculturales, captura las estrategias desplegadas por el profesorado para trabajar en y con la diversidad cultural.
La publicación, lanzada a fines de enero de 2020, es un esfuerzo del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) por responder a los desafíos que supone la diversidad cultural y lingüística, en particular, para el trabajo docente.
Además de promover el diálogo y el reconocimiento de las diferencias, la educación intercultural es también una estrategia para fomentar la equidad y la inclusión, principios que se encuentran en la base del Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 – Educación 2030. En la Declaración de Incheon, los Estados Miembros se comprometieron a “hacer frente a todas las formas de exclusión y marginación, las disparidades y las desigualdades en el acceso, la participación y los resultados de aprendizaje” y a “realizar los cambios necesarios en las políticas de educación y a centrar [sus] esfuerzos en los más desfavorecidos (…) para velar por que nadie se quede atrás” (UNESCO, 2016, p. 7).