La UNESCO ha informado que debido al cierre de instituciones educativas como medida para detener la propagación de la COVID-19, a principios de abril de 2020 alrededor de 1.576.021.818 de estudiantes estaban fuera de la escuela en todo el mundo. De aquellos, más de 160.000.000 están en América Latina y el Caribe, lo que representa una emergencia sin precedentes.
Los gobiernos de la región han implementado rápidamente modalidades de aprendizaje a distancia, han apoyado al personal educativo y movilizado a padres, madres, cuidadores y comunidades con el objetivo de garantizar la continuación del aprendizaje.
A nivel regional se han convocado múltiples instancias de diálogo técnico y político y han destacado tres temas centrales comunes que requieren de apoyo político y programático inmediato y de largo plazo:
- Escenario de importantes avances e innovación en el área de educación a distancia, mediante la utilización de tecnologías durante las últimas semanas, más que en cualquier otro momento. Sin embargo, existen importantes desafíos para garantizar la equidad e inclusión, especialmente a los grupos de población más vulnerables y marginados;
- Necesidad de avanzar hacia sistemas educativos resilientes y flexibles, con enfoque en la preparación; y
- Nueva mentalidad y cambio de paradigma: hacia la interdisciplinariedad e intersectorialidad que vaya más allá de los pensamientos y las acciones sectoriales centrados en la educación, donde destaca la oportunidad sin precedentes de transformar los sistemas educativos nacionales. Este espíritu de transformación hace más relevante y necesaria la Agenda ODS-Educación 2030.
Considerando estas áreas, la UNESCO, con la colaboración del Grupo Regional de Educación para América Latina y el Caribe, lanza una serie de intercambios de conocimientos e información para responder a la pandemia, con foco en los cuatro pilares del ODS-Educación 2030: equidad, inclusión, calidad y aprendizaje a lo largo de toda la vida. El objetivo de esta iniciativa es apoyar a los ministerios de Educación y a los diferentes actores educativos para el desarrollo, gestión y diseminación de evidencia relevante que informe la respuesta inmediata, así como las acciones de mediano y largo plazo.